viernes, 26 de agosto de 2011

Hope

Vivir a lo loco.
Actuar sin pensar. 
Correr sin parar. 
Toda la vida escuchando la opción de tomar dos caminos distintos. Uno dice que las cosas se piensan, se viven tranquilamente, disfrutando del momento sin prisas. Otro me dice que NO piense, que actúe, que viva deprisa, que el tiempo se agota y las horas pasan rápido. 
Particularmente, me gusta el zig-zag.
Pasar de 0 a 100 y de 100 a 0. 
Aunque no siempre puedes tomar el camino largo y dar cada curva que encuentres como si te fuera la vida en ello. Hay situaciones que tenemos que tirar todo recto, sino siempre habrá quien te de un empujón, quieras o no... Habrá quien te quiera sacar del camino, y habrá quien también intente convencerte para tomar un tercero...


No me gusta la monotonía, pero tampoco dejarme llevar cada vez que alguien se te acerque al oído y te diga con bonitas y sensuales palabras lo que hacer.


No me gusta ver lo que no quiero ver, ni que vean lo que hago en cada momento de mi vida. 


No me gustan los pueblos pequeños ni que me conozca todo el mundo. Que midan mis pasos, me intimida y me pone de mal humor.


Me gusta ir de aquí para allá. Volar sobre cuatro ruedas, si es necesario, o atarme una cuerda a los pies y dejarme caer sin pensar.


Me gusta abrir la puerta de un avión en el aire, tirarme, cerrar los ojos, y dejar allá arriba cada momento desagradable, cada persona ignorante y cada lágrima que no quiso salir.


Me gusta gritar, bailar, sonreír y fotografiar ese instante de sonrisas. 

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