El día que no pueda más...

No es posible que un día cambie todas las espectativas que tenía desde que el uso de razón empezó a dar constancia. Pero no, error, fail, o como querais llamarlo. Pero no solo un dia basta para cambiar el curso de tu vida. Ese conjunto de tiempo que va pasando sin que nos demos realmente cuenta de lo que está pasando, hasta que un día, ese día, sin quererlo ni beberlo, aparece. Que 48 horas den para tantas vueltas, sobre el mismo pensamiento siempre, empiezo a creer que la importancia aumenta por momentos y que va llegando la hora de comprender y autoconverse a uno mismo de la situación. No es facil. Toda una vida pensando desde el mismo punto de pista, y ahora tener que ladear ligeramente ese punto de vista...
Cuando ya cada canción te recuerda a ello, y cada en cada comentario anterior ves esas señales que antes ignorabas y que probablemente ahora solo están en tu imaginación, te sientes diferente. A pesar que es muy facil ver las cosas desde lados distintos, y que opinar resulta tan sumamente facil, que cuando llega la hora de tomar la decisión, de tirar tu para adelante y enfretarte a los nuevos caminos, surge una complicidad nueva y aterradora. Hay gente que puede con eso, que s capaz de ir más ayá, enfretars y ganar, y otra, como yo, que preferirnos quedarnos con nuestros sueños, con "el que pudo ser o sería..." y intentar de todos modos olvidar algo tan obvio que volverá a suceder tarde o temprano, pero aún así, lo queremos dejar en el olvido, pausar ese sentimiento, buscar otro nuevo... y seguir.!!
El día que no pueda más, me enfrentaré, sea como sea a esa situación, esperando tener un mínimo ímpetu de atrevimiento y valentía...

Sueños.Sueños

Siempre he creído vivir en una mentira, pero con la esperanza de que todo fuera un sueño y al despertar mi vida sería mejor. Ese despertar puede ser dulce, tranquilo y protector o desesperado, cruel y voraz. Me gusta  creer las palabras amables de la gente, me encanta sentir que la importancia que causo en cada una de ellas, siempre dejando el ego a un lado. Hecho de menos las que se fueron y no volveré a oír. El despertar hasta la realidad depende de esas que se fueron y no volverán, de las mentiras que provocaron el odio y de las caídas que provocaron ese golpe. Cuando te hacen creer y al momento de encuentras con esa luz que se enciende, ya nada te hace mantener ese sueño y se convierte en el despertar cruel que te hace comprender todo lo que no pudiste ver, y es que no hay nada peor que dormir placidamente y que una luz se intrometa en los dulces sueño, convirtiéndolos en una pesadilla real.

El convencimiento es un modo de protección ante ese despertar tan temido. Lo mismo ocurre con la desconfianza. Por mucho conocimiento que haya habido, si el haz de desconfianza no es capaz de desaparecer, seremos incapaces de creer y de mostrar tus encantos. Una palabra, la respuesta de la pregunta más temida te despierta, y te hace caer al instante. Has perdido. No. Han perdido. Tu solo lo dejaste marchar, junto a tu desconfianza y el convencimiento del nada más.

El volverte a dormir es cosa de la ilusión. Ella actúa en esperanza de asumir en un sueño profundo, la vida a la que despertaste. Se está permitido soñar, pero solo en cosas bonitas. Esa sonrisa que surge de repente cuando tu mente actúa se merece estar en el sueño y despertar dulcemente, y es que solo una vez en la vida se podrá despertar de forma dulce y feliz.